martes, 27 de octubre de 2009

Un año después

Querida hijita,

Qué difícil es mantener mi palabra. Siempre te digo que voy a escribirte más seguido y fallo. Espero que Dios permita que sólo te falle en esto, que al fin y al cabo es sólo un registro de las cosas que te van pasando y que voy escribiendo para que algún día sepas todo lo que pasó incluso un poco antes que nacieras (incluso antes que tu mamita te tuviera en la pancita). Para lo más importante, estar a tu lado siempre, ruego al Señor que me permita estar siempre a tu lado.

Parece que fuera ayer cuando tu mamita y yo supimos que venías, y hace un poco más de dos semanas celebramos un año de tenerte en nuestros brazos. Vemos ahora las fotos que son de hace apenas algunos meses y nos pareces tan cambiada, tan crecida... tu mamita ya me está diciendo que a veces te mira y te imagina ya más grande, sin poder cargarte, y le da un poco de pena. Yo le he dicho que sí, que tenemos que aprovechar ahora todo lo que podamos para tenerte en brazos y apapacharte, pero que luego se vienen más etapas, y que cada una tiene su propio encanto. Mira esta foto que tomé en la casa de tu bisabuelita Amanda, donde celebramos tu primer cumpleaños:

Perdóname que sea papá chocho, pero esta foto me encanta. Refleja todo el cariño que tu mamita y yo te tenemos, y lo contenta que estás. Ella y yo daremos nuestra vida para que tú seas feliz -y si Papá Dios lo permite, tu hermanito(a) también.

Anoche tuvimos un rato difícil. Te despertaste exactamente 3:55 de la madrugada (lo recuerdo porque antes de levantarme le eché una mirada a mi reloj) y te pusiste a llorar a gritos porque querías que te cargáramos. Mejor dicho, eso fue lo que creí. Tu mamita, que tiene más experiencia que yo con esto por estar permanentemente contigo, descubrió luego que había sido porque tenías frío. Te abrigó, te dio de lactar y después de un rato, te quedaste dormida nuevamente. Eso, claro, luego que yo había estado intentando hacerte dormir por 25 minutos, paseándome de un lado al otro del cuarto mientras llorabas y dormías por intervalos. Te adoramos, pero no sabes las ganas que tenemos que duermas de corrido pronto.

Ya está aumentando la temperatura, pero estos días Lima ha estado fría. Y ello trajo consecuencias: primero caíste tú resfriada (tu segundo resfrío) y luego yo. Tu mamita, aunque se estuvo sintiendo mal, manejó mejor que yo su ambiente y lo que tomaba (limonadas calientes, por ejemplo) y hasta ahora no se ha visto muy afectada. Ojalá que siga así.

Hace poco tuviste tu última cita con el doctor antes de cumplir tu primer año. No sé qué te ha pasado, pero últimamente, a pesar que llegas del mejor ánimo al consultorio, basta que tu mamita o yo intentemos ponerte en la balanza del doctor o en la mesa acolchada que tiene para examinarte para que no sólo estalles en llanto, sino que armes un escándalo capaz de atraer a la policía. Yo supongo que debes haber asociado el que te echemos allí con el pinchazo de las vacunas, pero en realidad no tengo certeza de eso. En medio de todo el alboroto que armaste, y a pesar que no dejabas de moverte para soltarte, el doctor logró tomarte algunas medidas (que tu mamita sospecha podrían ser erróneas, por la forma cómo tratabas de zafarte a gritos, manotazos y patadas de la mesa y de la cinta del doctor, que rodeaba tu cabeza). Bueno, digamos entonces que los resultados aproximados son que estás midiendo 81 cm y pesando 10.9 kilos.

Tengo que contarte también que has aprendido a bailar. Claro, aún sin caminar totalmente (porque a gatear no le quieres hacer mucho caso, pero te mueres de ganas de pararte y de mantenerte en pie, y ya estás dando tus primeros pasos ayudada por nosotros), pero tu mamita te ha enseñado a mover los brazos hacia arriba y hacia abajo, de forma intercalada. Imagínate la escena: estamos almorzando los tres y comienza un comercial de un programa que te gusta. Automáticamente, levantas el brazo derecho, lo bajas y levantas el izquierdo y así sucesivamente, mientras tu cabeza va hacia un lado y hacia el otro. ¡No sabes lo linda que se te ve! aún no he podido filmarte, pero espero hacerlo dentro de poco.

Hablando de programas que te gustan: en mi última carta te prometí contarte qué programas de televisión te gustan. Pensando en eso, decidí robarle algunas horas al trabajo y conseguir algunos videos para que los vieras. No son todos los programas que te gustan, pero sí los tres que más ves.

El primero, que te encanta (y que incluso a tu mamita y a mí nos gusta mucho, sobre todo por la adaptación de las piezas musicales) se llama Backyardigans. Trata de las aventuras imaginarias de un grupo de cinco niños (bueno, son animalitos pequeños, pero digamos que son niños) que se juntan a jugar el patio trasero de sus casas, que comparten un área común que es un gran jardín. Mientras están allí, se imaginan en un sinfín de situaciones, en los que son desde personajes mitológicos hasta extraterrestres. Mira, esta es la introducción del programa:



Otro programa que te gusta mucho se llama Lazy Town. Es la historia de un pueblito en que todos eran -justamente- ociosos, hasta la llegada de una niña y del superhéroe de la historia, que se llama Sportacus. Mira, encontré justamente el primer capítulo para ponerlo en tu carta. Perdona que casi al final aparezcan unas letras con un nombre medio raro, pero fue añadido por la persona que originalmente subió los videos a internet.







No pude aguantarme y subí esta canción, que a tu mamita y a mí, por ver el programa contigo, se nos pegó por su ritmo pegajoso. Se llama "Somos piratas".



Finalmente, otro programa que te llama la atención es Hi5. Es un programa de juegos y estimulación conducido por un grupo de cinco chicos que cuando cantan y bailan provocan que no puedas dejar de verlos. Aquí una de sus canciones, "Cinco Sentidos".



Quedan varios que también te han llamado la atención, pero dejemos por ahora a estos tres, que son los principales para ti (en realidad, ya no sólo para ti, porque si antes tu mamita y yo veíamos sobre todo noticieros, ahora hasta sabemos de memoria el horario de Backyardigans y comentamos lo que pasó en tal o cual capítulo. Así nos cambiaste la vida).

Estamos a punto de terminar octubre, y luego de ello sólo faltará un tris para terminar el año. El 2010 es un año que tiene muchos proyectos para nosotros, pero dependerá finalmente de lo que Papá Dios piense que es lo mejor para nuestra familia. En Él hemos puesto nuestras tres vidas, así que veremos qué es lo que dispone.

Que este segundo año, mi vida, sea mejor que el anterior. Que crezcas sana, fuerte, buena y feliz. Te queremos muchísimo.

Tu papá.
Tags Blogalaxia:

No hay comentarios: